En tiempos donde la industria musical se maneja con más contratos turbios que notas musicales, PRINCI de La Cha da un golpe sobre la mesa: ficha al Dr. Alfredo Molinas como su asesor jurídico y deja claro que ahora la polémica tiene respaldo legal. El cantante, frontal como siempre, no se guarda nada. Y su abogado, lejos de ser un mero espectador, ya afila las armas jurídicas para lo que se viene. Esta dupla promete dar de qué hablar.
Y una advertencia con claridad para los medios de comunicación:
“Esto no es una caza de brujas ni un llamado al silencio. Al contrario: valoramos a los medios que informan con respeto y ética, y que han sido aliados de muchos artistas independientes. Pero también sabemos que hay espacios que usan nombres para generar show, sin medir consecuencias ni respetar
Las acciones legales no buscan censurar, sino proteger derechos, y quienes trabajan con profesionalismo no tienen nada que temer.”
La industria musical entra en una nueva etapa: más consciente, más jurídica y menos permisiva con los abusos disfrazados de entretenimiento.
Advertencia con nombre y apellido en el trasfondo, aunque no se diga en voz alta:
“Hay medios que hacen su trabajo con altura, acompañan el crecimiento de los artistas y construyen desde el respeto. Pero también hay espacios —cada vez más evidentes— donde se tienden trampas. Se hace una nota ‘cordial’ al artista, con previo aviso, el artista accede de buena fe… y luego el material se usa para alimentar a una seudo comunicadora que se burla, despotrica y humilla desde un micrófono que nunca fue sinónimo de ética.”
“El rol de una comunicadora no es destruir, es informar, visibilizar y respetar el trabajo del otro. Cualquier espacio que use a los artistas como carnada para el show barato debe saber que ya no hay impunidad. A partir de ahora, las consecuencias no serán solo públicas: también pueden ser legales.”
Esto no es censura. Es blindaje. Y el respeto no se negocia.