Mientras muchos solo sueñan con irse, él se fue y construyó algo propio. Marcos Ariel Machuca Cardozo no nació en Nueva York, pero allá se ganó su lugar a puro pulmón. Desde Fernando de la Mora al corazón del barrio latino en Queens, este paraguayo dejó atrás su carrera de Arquitectura y su círculo íntimo para empezar de cero en una tierra que no perdona: Estados Unidos.
Empezó lavando platos, sirviendo tragos, haciendo turnos dobles sin descanso. Le tocó aprender un idioma nuevo, sobrevivir sin red y bancarse la soledad del que empieza de abajo. Pero en vez de quebrarse, se templó.
En 2019, mientras el mundo se preparaba para colapsar, apostó todo para emprender su propio bar. Le dijeron que estaba loco. La pandemia casi se lo lleva puesto. Pero aguantó. Y en junio de 2021, Queens Beer Factory abrió sus puertas. Hoy no es solo un restaurante: es un refugio emocional para miles de latinos que extrañan sus raíces.
Allí se canta, se baila, se grita los goles como si estuviéramos en Asunción, Pilar o Rosario. Y los domingos de asado ya son una tradición sagrada, donde el tereré corre como bandera y el carbón y la nostalgia arden juntos.
“No hay nada que me emocione más que ver a alguien llorar escuchando una polca en pleno Nueva York”, dice Marcos, mientras sirve una cerveza artesanal y organiza la siguiente noche patria.
Queens Beer Factory no fue heredado ni financiado por nadie. Es fruto de noches sin dormir, amistades perdidas y miles de sacrificios invisibles. Pero también es el símbolo vivo de que los sueños no se logran con suerte: se logran con coraje, constancia y raíces firmes.
Hoy, Marcos es esposo, padre de dos pequeños neoyorquinos con sangre guaraní y argentina, y embajador cultural sin placa ni premio. Pero su mayor legado ya está en marcha: crear un lugar donde los latinos no solo coman y beban, sino también recuerden, celebren y se sientan en casa.
🍽🔥 Este fin de semana, la fiesta fue completa
Este domingo, Queens Beer Factory reventó de emoción y sabor con una noche que quedará para la historia. La chef Bella Monzón viajó directamente desde Paraguay para deleitar a los presentes con un asado inolvidable, lleno de sabor casero y alma guaraní.
Cada bocado fue un pasaje directo a la tierra natal, y la comunidad respondió con euforia y agradecimiento. El local se llenó de música, banderas, brindis y abrazos que no conocen de distancias.
Porque sí: aunque estemos a miles de kilómetros, Paraguay sigue latiendo fuerte en el corazón de Nueva York.
🇵🇾🔥🇺🇸 Queens Beer Factory está en la casa. Y el asado, también.