Donatella Versace baja el telón de una era dorada en la moda con una campaña final que condensa todo su legado: fuerza, sensualidad, irreverencia y glamour sin disculpas. Bajo el lema “A Celebration of Freedom, Strength, Power”, la colección Otoño-Invierno 2025 se convierte en su gran despedida como directora creativa de la casa italiana que llevó a la cima.
Para esta última campaña, Donatella no escatimó en íconos. Reunió a sus musas eternas como Kate Moss, Claudia Schiffer, Kristen McMenamy y Amber Valletta, junto con supermodelos de nueva generación como Anok Yai, Liu Wen y Vittoria Ceretti. El resultado: una oda a la lealtad, la elegancia feroz y la feminidad empoderada.
Las imágenes, captadas por los reconocidos Mert & Marcus, explotan el ADN más puro de Versace: cuero, estampa barroca, animal print, cadenas doradas y actitud provocadora. El statement está claro: la mujer Versace no pide permiso ni se adapta, domina.
Donatella, al frente de la marca desde el asesinato de su hermano Gianni en 1997, cierra este ciclo con una colección que más que moda, es testamento. En sus propias palabras, esta campaña es “sobre la energía, la amistad, la lealtad y el amor”, una carta de amor a su historia con la casa que redefinió el lujo en clave pop, sexy y radical.
Pero esto no es un adiós absoluto. Aunque deja la dirección creativa —cargo que ahora ocupará Dario Vitale, ex Miu Miu—, Donatella seguirá vinculada a la firma como embajadora global. Y todo esto en un momento clave: tras la reciente adquisición de Versace por el grupo Prada, el futuro de la marca se encamina hacia una nueva era.
Donatella se va con la cabeza en alto, dejando una campaña final que no solo cierra un capítulo, sino que lo sella con oro, curvas y rebeldía. Porque si algo sabe hacer Versace, es no pasar nunca desapercibido.